La ONU ha propuesto que el 21 de noviembre sea un día para honrar el uso responsable de la televisión, ya que es uno de los medios más importantes para la difusión internacional de información pública. Esta propuesta se viene haciendo desde hace 26 años. En 1996, la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución 51/205, designando este día como conmemoración mundial de la creciente importancia de la televisión por cable en la época moderna. Así, insta a las cadenas de televisión a emitir noticias e información perspicaz y pertinente, dedicando menos atención a los programas basura que de vez en cuando invaden las cadenas y proporcionan poco más que mal entretenimiento.
En el Día Mundial de la Televisión, abogamos por una cultura de paz difundiendo información sobre programas digitales o de televisión que defienden principios morales o ayudan a las personas a adquirir nuevas habilidades y conocimientos. También delegamos en el consumismo limitando el tiempo dedicado a ver programas con contenidos que inciten a la desinformación, las noticias falsas, los conflictos o la violencia.
La actualidad se extiende a las generaciones más jóvenes, que ahora pueden utilizar las modernas tecnologías televisivas y los recursos de Internet para mejorar su acceso a la información audiovisual en cualquier dispositivo y en cualquier lugar. Compartir programas que fomenten el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad es el objetivo de esta efeméride. En la actualidad, cualquier información puede transmitirse rápidamente a través de la red y convertirse en viral, ya que una parte significativa de la población lleva consigo un teléfono móvil capaz de hacer fotos o grabar películas. Por ello, el objetivo de este día es apreciar y reconocer la diversidad de las comunicaciones y la geotelevisión que existen en el siglo XXI.
Los medios de comunicación, considerados como un miembro del cuarto poder, tienen el poder de alterar las perspectivas de la gente además de difundir información. La televisión es una herramienta de comunicación que tiene el poder de difundir ideas y conceptos que afectan a las personas y cambian su comportamiento en público. La televisión se considera un vehículo para dirigir, influir u organizar la opinión pública, lo que tiene un profundo efecto en la vida de los telespectadores.